madurez. Por el pago de Cristo de nuestros pecados, sabemos que las aflicciones disciplinarias de los redimidos están diseñadas solo para hacerle bien a Su hijo y para glorificarle a El. Dios es un padre amante y fiel que permite la dificultad solamente cuando El debe ayudar a Su hijo a volverse de la tiniebla y /o ser conformado a Su imagen. El hecho de que nuestro castigo ha sido pagado no significa que Dios condona el pecado. Está claro que Sus verdaderos hijos no continuarán rebeldemente en patrones
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